Estamos celebrando la Cuaresma que es un tiempo precioso de reflexión y momentos familiares, es una oportunidad de dejar a un lado las distracciones y mejorar nuestra relación con Jesús.
Estos días que tenemos que estar en casa, nos van a permitir poder vivir mejor la Cuaresma y acercarnos a Jesús. Pueden ser unos días de estar juntos donde reflexionemos sobre todo lo que tenemos y demos gracias. Al mismo tiempo que podamos pensar en todos los que lo pasan peor, acordándonos y pidiendo por todos los que sufren.
Deja que tu hijo decida realizar un acto de generosidad y a quién le gustaría ayudar. Darle un papel activo aumentará su entusiasmo y el impacto de la acción en él.
La Cuaresma es bonita y atractiva porque es un tiempo de reflexión y momentos familiares.
Enséñale a tu hijo la importancia de disfrutar la vida. Dile: “Tomémonos este tiempo que vamos a estar aquí en casa para ir despacio y acordarnos de Jesús".
La Cuaresma trata de volvernos mejores personas, para ser felices.
En la práctica significa, cambiar nuestras acciones hacia aquellas en las que Jesús, nuestro amigo, se sienta Feliz.
Por ejemplo: Obedecer a los papás, cumplir sus normas, aunque no nos gusten, hacer nuestras obligaciones y tareas con gusto, ayudar a nuestros hermanos y todo aquello que nos haga ser mejores hijos y agradar a nuestros papás. Pero también debemos mirar a nuestro prójimo; aquel niño o niña que no tiene familia, al más necesitado en bienes materiales, a aquellos abuelitos que no tienen compañía o pensar en los hogares de acogida.
En resumen, vivir nuestra vida como nuestro amigo Jesús la vivió.
Os proponemos un cuento para leer en familia. Nos puede ayudar para profundizar en lo que espera Jesús de nosotros para estos días.
Construir el puente
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas vecinas empezaron a discutir. Ésta fue su primera discusión seria que tenían en 40 años, después de cultivar juntos hombro con hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes de forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas, seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted”.
Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor".
"La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él cogió su tractor y desvió el cauce del río para que quedara entre nosotros".
"Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?"
"Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación”.
Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja durante todo el día para ir al pueblo a por comida.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.
El granjero regresó cuando se acercaba la noche, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la boca abierta. ¡¡¡No había ninguna cerca de dos metros!!! En su lugar había un puente. ¡¡Un puente que unía las dos granjas por encima del río!!- Era un bonito puente con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!".
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor. "Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.
"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes que construir".
*CONVERSACIÓN SOBRE EL CUENTO:
- ¿Cómo te has sentido con esta lectura?
- Pon ejemplos de esas veces en que eres como el hermano mayor y quieres construir cercas o vallas que te separen de los demás, como por ejemplo: padres, hermanos, amigos.
- ¿Es bueno que los enfados, riñas, peleas nos separen de las personas a las que queremos?
- ¿Qué comportamientos son constructores de puentes como el que hizo el carpintero?
-¿Qué vas a hacer tú durante estos días que estás en casa?
También os proponemos escuchar canciones que les gustan mucho a los niños como las siguientes:
¡¡¡Y para pasarlo genial en familia... qué mejor idea que echar una partida a la oca de la cuaresma!!!
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