La pirámide de la actividad física de 3-6 años es mucho menos conocida que la de la alimentación, pero esta pirámide puede transmitir el mensaje con la misma eficacia e inmediatez.
Ilustra qué y cuánta actividad física debe realizar un niño para estar bien.
Veamos en que consiste.
Base: son las actividades que deben realizarse todos los días. Es la base de la pirámide, lo que nunca debe faltar a diario, como venir al cole andando (si está lejos aparcar a cierta distancia), subir escaleras, eliminar la silla de paseo, acompañar a los papás a hacer la compra, jugar al aire libre en el parque y, dentro de casa, dar preferencia a los juegos que conlleven algún tipo de movimiento.
Primer piso: las actividades que deben desarrollarse con frecuencia. Son actividades espontáneas, de intensidad variable, entre moderada e intensa, que aumentan la frecuencia cardíaca: ir en bici, patinar, jugar a la pelota, al escondite, al "pilla pilla"... sirven para experimentar la fatiga. Si no se practica, no se aprende a dosificarla. Asimismo, estas actividades permiten descubrir las propias potencialidades y límites. se trata de actividades que aumentan la resistencia y que, por tanto, fortalecen el corazón y los pulmones. Es importante que sean espontáneas porque el niño pequeño se cansa muy pronto.
Segundo piso: Actividades menos frecuentes, aunque también se deben realizar regularmente. Son las actividades estructuradas, que ayudan al niño a afinar los esquemas motores básicos, así como a mejorar la destreza y la coordinación: actividades acuáticas, danza, patinaje, "minideportes" encaminados a las disciplinas deportivas, además de excursiones durante los fines de semana.
Tercer piso: actividades que deben reducirse al mínimo. Es el vértice de la pirámide: el uso del ordenador, videojuegos, televisión... deben reducirse todo lo posible. Este tipo de actividades resta tiempo a todo lo demás, movimiento incluido.
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